Hay una nueva enfermedad que cada día se hace más presente en nuestros pacientes, el bruxismo, que comúnmente se conoce como el rechinar de dientes.
Las personas que tienen bruxismo aprietan fuertemente los dientes superiores con los inferiores y los mueven de atrás y a adelante y viceversa, la mayoría de las veces de forma inconsciente produciendo el desgaste de los dientes, además también provoca que se exponga el esmalte que está cerca de la zona de la encía, dando sensibilidad. También puede ocasionar daños en la musculatura de la cara e incluso en la articulación de la mandíbula o ATM (articulación temporomandibular).
Afortunadamente existe la guarda oclusal hecha a base de acetato la cual nos proporciona un método indirecto y no invasivo modificando la oclusión, relaja la musculatura y promueve el reposicionamiento del disco articular, además de proteger los dientes y estructuras de sostén.
Las guardas oclusales poseen ventajas como disminuir el dolor de ATM y cefaleas, eliminación de las interferencias oclusales, distribuidor de fuerzas, además de provocar un mayor número de contactos de igual intensidad de fuerza contra la superficie oclusal en todos los dientes.
La guarda se debe usar solo por la noche para dormir, si el caso de bruxismo es muy elevado o fuerte se debe ocupar la mayor parte del tiempo para manejar, trabajar o realizar actividades deportivas y se debe retirar al momento de consumir alimentos.
Es muy importante que el dentista revise el guarda oclusal cada 3 meses para poder modificarla en caso de ser necesario.
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MARINA DENTAL 2018